#ElPerúQueQueremos

Contradanza

7 de junio 2013

Publicado: 2017-09-06


Audre Lorde, poeta negra norteamericana decía, que para las mujeres la poesía no es un lujo, sino una necesidad vital, definía la calidad de la luz bajo la cual formulamos nuestras esperanzas y sueños de cambio que se plasman en palabras, ideas y por fin en una acción tangible. La poesía decía, es el instrumento mediante el cual nombramos lo que no tiene nombre para convertirlo en objeto de pensamiento. Los más amplios horizontes de nuestras esperanzas y miedos están empedrados con nuestros poemas, labrados en la roca de nuestras experiencias cotidianas.

Los padres blancos, decía Lorde nos dijeron: Pienso, ego existo, la madre negra que todas llevamos dentro, en la que la poeta susurra en nuestros sueños: Siento luego puedo ser libre. La poesía acuña el lenguaje con el que expresa e impulsa esta exigencia revolucionaria, la puesta en práctica de la libertad.

Rosina Valcárcel, escribe para vencer el agobio, recomponer sus afectos y reconocer los cronopios que siguen de pie frente a las famas, como decía Julio Cortázar nuestro cronopio mayor.

Manuel Baquerizo decía que Rosina recrea las furias y las penas, y Esther Castañeda, que el universo poético tradicional había estallado con la llegada de poetas como Rosina, pues con ellas el hecho de ser mujer adquiere otros significados.

El poemario, Contradanza, que hoy nos reúne, está organizado en seis partes, Álbum de familia, Carta surrealista, La pradera reverdece entre libros y música de Bach, Contradanza, Visiones nocturnas y Zona liberada. Son 53 poemas que conforman esta contradanza.

El Padre

El texto comienza con el poema sobre el padre —En busca de sus viejos ojos. Y la última sesión del libro la inicia, con “Mi Padre un círculo rojo....”. Este es un poema publicado el 1965, en la Gaceta Sanmarquina por Tomás Escajadillo.

Del primer poema: Cierra los ojos / lloro a su lado / Y le escondo los zapatos, más adelante-- Me pide sus zapatos / le pregunto: / Papá, ¿adónde vas? / --a buscar mis viejos ojos / y se va papá / vuelve en la noche / vuelve al día siguiente / y se vuelve a ir / tras sus viejos ojos. Ella busca cotidianamente al padre y él busca sus ojos perdidos. En él no puede verla, porque ha perdido sus ojos.

En el segundo poema de 1991 rescatado por Carlos Ostolaza — “Mi padre un círculo rojo” está la intención, el esfuerzo de establecer una cercanía entre la hija y el padre, pregunta: / ¿Por qué eres más callado que el búho? Y agrega: ¿Naciste desierto, eres espejismo y te alejas bajo el sol? / --"Se está acabando el pisco, me dijo alarmado y aún no llegas al meollo" / Habla, repliqué / Mas mi padre calló y pensó en Góngora.

Frente al silencio, la literatura. Pensó en la poesía, colocó la poesía como distancia entre ambos y sin embargo era lo que los unía: poesía, páginas libre, horas de lucha y relámpagos de fuego.

El homenaje a Manuel González Prada es también de alguna manera un reconocimiento al padre, porque lo publica para que sus palabras permanezcan, dice: / me admiraste calladita mientras tu padre editaba mis libros /. Otro recuerdo de infancia, el tango de sus padres, y Lupita amamanta jades y purifica nudos. Hay una admiración a cómo toma los grandes cambios. Dice: con respeto al caer el muro de Berlín, / Que dolor y ni un solo disparo /. El padre con / Sus pulcras manos obstinadas eran efecto de los sueños / su mágica pluma / sus Sonetos excelsos y cantares a los obreros.

El tiempo, la vida, la memoria

Está colocada la idea de la memoria en el poema a Marcel, su hermano, / Tengo su mundo. / Es la afirmación que lo vivido juntos, queda /, por ello más adelante dice: / No hay tiempo perdido / Su ojo guarda memoria / le entrego mi sombra / Y cimbro el revés de su destino.

Igual en el poema “Las de Caín”, Pasarás las de Caín una y diez veces / mientras aprieto el gatillo / y recupero la memoria.

El tango

Esta imagen del tango anclada en la imagen de sus padres bailando. Es una imagen del amor entre ellos.

Padre sorprende a mamá, soberbio / Coge por la cintura / Y baila la Cumparsita / Esa constelación intacta / más adelante / Madre resplandece y le agarra / el oscuro cabello / hacen una espada bajo el cielo.

En tango vertical II: Duelo de luciérnagas, tango en vertical, cuerpos en diagonal, enigmas confusos. En Libertango, el tango dispar que somos. Tango 3 el tango incendia. Y finalmente en la despedida al padre: él danza un tango con la muerte ya no es con la madre.

Una interpelación con la muerte a través de la pérdida de sus amigos y amigas.

En el poema Águeda (Castañeda) se pregunta: Adónde vas, muchacha ¿Adónde? Eres una caracola de nácar y Dios no existe.

En el poema a Luís Fernando Vidal: Y todo se hizo silencio para ti, todo no fue más que un clavel mudo sobre tu tumba, sobre esta patria que te extraña.

En el poema a Pepe Luciano, vuelve a preguntarse: A qué lejana tierra partiste, qué arrecife te detiene, qué bongó hace danzar tus huesos.

En el poema al Fin del Mundo, termina /Ay cuando volverán los padres / pueden haberse ido al fin del mundo /.

Y en el poema a Juan Ramírez Ruiz, menciona un dicho popular / algo se muere en el alma cuando un amigo se va. Y termina, / te recordamos mucho, que más, que más, Solo un verso limpio y justo en tu corazón.

Ya en el poema Niña, se ríe de la muerte: ¿Me río de la muerte / me rió de? ¿Me rió? Me, voy ciega bajo la luz de los amantes al borde del precipicio.

En el poema Víctor Jara, aparece la mención a Julio Cortázar, Es cierto que escribir me calma a ratos, será por eso que hay tanta correspondencia de condenados a muerte, vaya a saber O poesía, en este caso.

Y encuentra alguna respuesta en el poema a Pablo Guevara. / Solo tu Pablo, puedes ver el cielo abierto y arrancar luz, al vacío del infinito (En el poema cielo abierto)

La muerte en Valcárcel, una luz en el vacío del infinito, un verso limpio en el corazón.

Sobre el amor la locura

El amor está en la tierra

Hay que llevar el amor hasta el absurdo

Lluvia y deseo, verso nacarado o triste melodía en otro poema, dice los amores al mar, haber si se purifican

Leonora Carrington escribe sus Memorias de Abajo sobre una instancia en el infierno. Aquí Rosina en el poema a Juan Ramírez, en un poema sentido, aunque ya aparece en Orfeo el lamento / Estoy en el inframundo / en condición precaria / Y camino entre melodías. En este poema dice: Hoy, querido Juan, te esperábamos sobre el frío de unas sillas duras bajo el laberinto gris de nuestra mente vacía. Más adelante: / me han confinado en este húmedo cuartel de plata y ceniza antigua /.

Alejandra Pizarnik en su libro Extracción de la piedra de la locura, conocido como La cura de la Locura, construye el yo poético como una figura del sufrimiento metafísico y emocional. Valcárcel al igual que Pizarnik toma la pintura como motivo, inspiración y denuncia. El poema 1885, los comedores de patata de Van Gogh / Y a la luz de la lámpara un grupo de campesinos comen papas con los dedos / Y en el horizonte el desaliento, el furor del equinoccio, la brizna la melodía el linaje, un reino de peregrinos desnudos con barro y nombre y pies fogosos y bocas vacías. Es acaso una mención a la Miseria que toca la puerta todas las mañanas en otro poema y que persiste desde mil ochocientos a pesar que la papa ayudara en esos años.

El cuerpo

El cuerpo ha sido un temática muy trabajada por la autora, aquí nos anuncia. / Me antoje abandonar mi cuerpo - Como el diluvio deja su navío entre corales y algas.

Lo social y político

Dispara Girasoles: es un poema muy social y político que cierra un ciclo: Un niño sublevado, dispara girasoles, volantes, puchos, en medio de fantasmas que alucinan lemas subversivos. Frente a Carta Surrealista donde hay nostalgia Y me preguntaba por la Revolución, lo bolcheviques y el barrio de San Eugenio /. Hay mención a históricos personajes de la política pero con nostalgia - En puntas de pie camino.

Al decir de Pizarnik la autora se da en fragmentos, se hunde en el lenguaje y existe en las palabras, en la poesía. Estos fragmentos, son como los microrrelatos en la obra de Cortázar: Ser cronopio es contrapelo, contraluz, contranovela, contradanza, contratodo, contrabajo, contrafagote, contra y recontra cada día contra cada cosa que los demás aceptan y que tiene fuerza de ley. Cortázar decía que los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas.

Este poemario es para las esperanzas que nos invita sutilmente a volver a regar los jardines verdes con magueras rojas.


Escrito por


Publicado en